Rahab decidió actuar basada en las verdades que ella creía acerca de Dios y no basada en su condición ni posición.
¿Conoces la historia de Rahab?
Cuando el pueblo de Israel está a punto de entrar a la tierra prometida, Josué envió dos espías para que exploraran la tierra. Entonces lo hombres llegaron a la casa de una prostituta llamada Rahab y pasaron allí la noche. Pero alguien le avisó al rey de Jericó: “Unos israelitas vinieron aquí esta noche para explorar la tierra”. Entonces el rey le dio la orden a Rahab de sacar esos hombres de su casa, sin embargo ella le mintió al rey diciéndole que los hombres ya se habían ido. Los israelitas estuvieron escondidos en la azotea de la casa de Rahab y para acortar la historia, eso que hizo Rahab la salvó a ella y a su familia de la muerte.
Lo que es sorprendente acerca de Rahab, es que ella solo había escuchado acerca del Dios de Israel y con solo eso había creído. Ella nunca dudó de que Dios era poderoso y que nadie podría cruzarse en su camino, así que lo mejor era estar del lado del bando correcto y por eso decidió ayudar a los espías.
Rahab era una prostituta, su posición en medio de la sociedad era la más baja y denigrante, seguramente estaba acostumbrada a recibir rechazo y despreció de parte de la gente.
Lo que hace increíble a Rahab es que ella decidió actuar basada en las verdades que ella creía acerca de Dios y no basada en su condición ni posición. Tan increíble fue su actuación que ella luego haría parte de la genealogía de Jesús. (Lee Mateo 1:5) y tiene el honor de ser nombrada dentro de los héroes de la fe en Hebreos 11:31.
Cuando actuamos basados en las verdades acerca de Dios, es cuando lo imposible se vuelve posible, no nos limitamos a lo que nosotros podemos o quienes creemos que somos. Y eso es lo que es la fe: Actuar de acuerdo a lo que sabes acerca de Dios.