Dios nos conoce, él sabe que debemos soñar por piezas, ya que podríamos asustarnos demasiado con el rompecabezas completo.
¿Por qué? Imagina que Dios te dice hoy que tu destino es algo para lo cual no tienes las habilidades ahora y jamás lo habías pensado ¿No te sentirías abrumado? Y como buenos humanos empezaríamos a ver todo lo que no tenemos; no se dibujar, no tengo dinero, no tengo talento, creo que Dios se equivoca, no soy el indicado.
En fin, realmente podríamos arruinarlo todo.
Consideremos la historia de David, un joven que mientras observaba la batalla en contra del filisteo, se dio cuenta de que todos estaban paralizados por el miedo a Goliat, una monstruosa criatura humanizada que luchaba por el ejército enemigo.
David, un pastor de ovejas, se presentó ante el rey Saúl diciendo que podía enfrentarse a Goliat. Todos quedaron impresionados, pues David era muy joven y no tenía experiencia como guerrero, mientras que el resto del ejército israelita —todos hombres adultos y veteranos en la guerra— estaban llenos de miedo ante la perspectiva de luchar. ¿Qué clase de entrenamiento podía tener este joven en comparación con el ejército altamente preparado de Israel?
David respondió destacando la importancia de los pasos diarios que lo llevaron a vivir una gran historia. Pero no solo fueron sus actividades cotidianas las que lo prepararon para pelear y cambiar su destino; en ese tiempo, también aprendió a conocer a Dios: supo de dónde provenía su protección, descubrió quién era realmente Dios y fortaleció su relación con Él cada día.
David estaba en el equipo de Dios, y eso fue lo que marcó la diferencia.
Lee 1 Samuel 17: 31- 37.
David, como un joven pastor de ovejas, peleó contra un león. Y contra un oso, todo por rescatar sus ovejas. Él nunca mató al león para prepararse para matar el oso. Y él no mató el oso en preparación para matar a Goliat. Él solo escogió ser valiente en cada oportunidad, simplemente mientras estaba haciendo su trabajo de cuidar ovejas. ¿Qué crees que hubiese pasado si recién David empieza a pastorear ovejas Dios le dice que debe prepararse para matar a un guerrero gigante de más de 2 metros?
Con frecuencia queremos conocer el rompecabezas completo, queremos comprender el por qué de la situación que vivimos. Nos preguntamos: ¿por qué estamos trabajando en algo que no fue lo que estudiamos?, ¿por qué nuestra familia es como es?, ¿por qué tenemos el carácter que tenemos?, el ¿por qué de nuestra personalidad?, etc. Pero Dios ve más allá, Él ve los planes futuros para ti, sabe por qué estás pasando por esa situación, sabe por qué te dio ese carácter. Lo que nos corresponde a nosotros no es quejarnos y sentirnos sin esperanza. Se trata de confiar en que los planes que Dios tiene para nosotros en el futuro necesitan de una versión de ti más valiente, más paciente, más agradecida, etc. y que el hoy es solo el entrenamiento. ¡Así que anímate y da lo mejor de ti en la situación en la que estás! ¿Te atreves a enfocarte en conocer a Dios hoy y a creer que algo mejor vendrá ?